Es un tratamiento facial con láser y mascarilla de carbono activado que limpia profundamente la piel, reduce poros, controla el acné y deja un efecto luminoso inmediato.
Es un lifting facial y corporal sin cirugía que utiliza ultrasonido micro y macro focalizado para tensar la piel y estimular colágeno.
Utilizamos tecnología láser Q-Switched que fragmenta las partículas de tinta para que el cuerpo las elimine progresivamente.
Es una tecnología estética avanzada que combina microagujas y radiofrecuencia para regenerar la piel desde dentro, mejorando flacidez, textura, cicatrices de acné, líneas de expresión y poros abiertos.
No. Es un procedimiento indoloro, sin agujas ni molestias, y puedes retomar tus actividades inmediatamente.
Depende de tu piel, pero en pieles grasas o con acné activo se recomienda 1 vez cada 15 días. Para mantenimiento, 1 vez al mes.
Desde la primera sesión notarás una piel más lisa, luminosa y suave.
Puede generar una ligera molestia en zonas sensibles, pero es completamente seguro y no invasivo. No requiere tiempo de reposo.
Una sola sesión tiene efecto acumulativo durante 2-3 meses. Se recomienda 1 vez al año como mantenimiento.
Para personas que deseen tensar su piel, redefinir el óvalo facial o levantar pómulos, párpados o papada sin cirugía.
Depende del color, tamaño y profundidad del tatuaje. En promedio entre 6 y 10 sesiones, con intervalos de 4 a 6 semanas.
Con el equipo adecuado y buen cuidado post sesión, no deberían quedar marcas. Usamos tecnología que minimiza el riesgo de daño en la piel.
Los colores oscuros como negro y azul responden mejor. Los colores claros requieren más sesiones y evaluación personalizada.
A diferencia de la radiofrecuencia convencional, la fraccionada actúa a mayor profundidad y con más precisión. Su efecto es más potente, logrando resultados similares a tratamientos médicos sin cirugía.
Puede generar una leve molestia, similar a pequeños pinchazos, pero se aplica anestesia tópica para mayor confort. Es tolerable y seguro.
De 3 a 5 sesiones, una por mes. Los resultados se acumulan y mejoran progresivamente durante 90 días.
Sí. La piel puede enrojecerse ligeramente por 24 a 48 horas. Se debe usar protector solar, evitar maquillaje el primer día y seguir las indicaciones del profesional.
Piel más firme, lisa, poros menos visibles, mejora en líneas finas, cicatrices y un tono mucho más uniforme desde las primeras sesiones.